martes, noviembre 28, 2006

En El Patio

Las blancas paredes intensificaban la claridad del día. El patio le parecía enorme, la engullía sentada en el suelo gris. El penetrante olor a comida llegaba como una oda, haciéndose paso entre los balones, las muñecas, los trenes, las pinzas de la ropa, los zapatos, las canicas, las miniaturas de cowboys y apaches, tal vez comanches y los lápices de colores. Su cara se llenaba de salpicaduras de Toni, inmerso en un gran barreño de zinc, luchando contra las manos de su dueño, quien terminaba por acunarlo entre una toalla y lo sentaba a ver la televisión, mientras Toni giraba su cabeza, elevando el pico, como interesado... Sobre la camisa con canesú de la muñeca un caballería de caballitos cojos, azules, verdes, blancos, apenas se sostenían, huían de caer.

El goteo de la pila de lavar. El chisporroteo en la sartén. La tapa del desagüe. El canturreo. El mechero encendiendo otro cigarrillo. El timbre de la puerta...

viernes, noviembre 24, 2006

Una Tarde Cualquiera, Un Día Cualquiera

Sentada en el escalón de la puerta, descansa el sopor de la tarde sobre la blanca pared. El inconfundible aroma a salitre impregnaba su piel. La claridad le llegaba reflejada, a través de los barrotes de la barandilla. Una canción llegaba desde abajo, confundida con risas, gritos, diálogos... tal vez monólogos.

El mar peinaba la orilla, dejando sobre la blanca y fina arena el lento pasear del agua. Llegaba pausadamente, casi cansada, marchándose con prisas, casi huyendo de las pisadas y de los rayos de sol, para ocultarse entre corrientes invisibles. Respiró profundamente. Sintió como el letargo se empapaba de sal, lo saboreó. El estribillo de la canción se repetía, luchando con el silencio, el adormecimiento de la hora.

Y el mar seguía peinando la arena....


Y la melodía le ponía la banda sonora...

viernes, noviembre 10, 2006

Sin Ninguna Duda...

miércoles, noviembre 08, 2006

Instante Eterno

Te ríes y paras el tiempo en un instante eterno.

Te quedas quieta. Y arrugas la nariz sin querer. Y “semicierras” los ojos. Y elevas casi imperceptiblemente tus hombros, como queriendo esconder tu cabecita.... y, como por arte de magia, conviertes el día en un inmenso algodón de azúcar, un helado de limón, una manzana bañada en caramelo, palomitas de maíz dulces, un montón de gominolas de fresa, un bizcocho de chocolate, una estrella fugaz. Y me arrebatas. Y me pierdo. Y me invitas al cielo porque...

mirar, escuchar, saltar, reír, imaginar, dormir, comer, beber, cantar, preguntar, girar, empezar, gritar, saludar, pedalear, pintar, besar... ya nada es igual sin tu sonrisa ...




Nota: Post reeditado

Mentir

Dice la RAE:

mentir.

(Del lat. mentīri).

1. intr. Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa.

2. intr. Inducir a error. Mentir a alguien los indicios, las esperanzas.

3. tr. Fingir, aparentar. El vendaval mentía el graznido del cuervo. U. t. c. prnl.Los que se mienten vengadores de los lugares sagrados.

4. tr. desus. Falsificar algo.

5. tr. desus. Faltar a lo prometido, quebrantar un pacto



.... Mentir es más que todo eso: Embaucar ilusiones. Arañar almas. Apagar sueños...


Y yo alargo mi dedo acusador. Y te denuncio. Porque mientes. Mientes cuando hablas. Mientes cuando miras. Mientes cuando cantas. Mientes cuando ríes. Mientes cuando sientes. Mientes cuando lloras.


"...El problema no fue hallarte,el problema es olvidarte.

El problema no es tu ausencia,el problema es que te espero.
El problema no es problema,el problema es que me duele.

El problema no es que mientas,el problema es que te creo.
El problema no es que juegues,el problema es que es conmigo.

...........

El problema no es quererte,es que tú no sientas lo mismo.
Y cómo deshacerme de ti, si no te tengo.

Cómo alejarme de ti, si estás tan lejos.
Cómo encontrarle una pestañaa lo que nunca tuvo ojos.

Cómo encontrarle plataformasa lo que siempre fue un barranco.

Cómo encontrar en la alacenalos besos que no me diste.
Y cómo deshacerme de ti, si no te tengo.

Cómo alejarme de ti, si estás tan lejos.
Y es que el problema no es cambiarte,el problema es que no quiero.
El problema no es que duela,el problema es que me gusta.

El problema no es el daño,el problema son las huellas.
El problema no es lo que haces,el problema es que lo olvido.

El problema no es que digas,el problema es lo que callas...." (Ricardo Arjona)

Porque mientes hasta cuando mientes....
Nota: Post reeditado

Me Puedes

Me puedes, cuando me miras. Me puedes, y lo sabes... y lanzas tus miradas sin pudor, sin contemplación...

Miradas de enfado, miradas de perdón, miradas de cariño, miradas de dolor, miradas de reojo, miradas de esperanza, miradas de desorientación, miradas de sueño, miradas de alegría, miradas de intención....

Llegaste una tarde aún fría de primavera, con tus inmensos ojos negros, los abriste y no necesitaste nada más...... porque todo lo dices sin hablar... y la tarde se hizo cálida y la vida se llenó de azul, de verde, de amarillo, de rojo, de violeta.....








Nota: Post reeditado

¿Por Qué?

Porque me serenas, porque me perturbas
Porque me ilusionas, porque me desalientas
Porque me enalteces, porque me derribas
Porque me diviertes, porque me aburres
Porque me encuentras, porque me pierdes
Porque me alabas, porque me censuras
Porque me estimulas, porque me adormeces
Porque me seduces, porque me disuades
Porque me orientas, porque me despistas
Porque me supones, porque me compruebas
Porque me recuerdas, porque me olvidas
Porque me sueñas, porque me rehúsas
Porque me ratificas, porque me rectificas
Porque me tienes, porque me sueltas
Porque me invitas, porque me distancias
Porque me acompañas, porque me abandonas
Porque me entregas, porque me quitas
Porque me dueles, porque me alivias
Porque me traicionas, porque me defiendes
Porque me gritas, porque me susurras
Porque me regalas, porque me vendes
Porque me conoces, porque me olvidas
Porque me exhibes, porque me disfrazas
Porque me completas, porque me truncas


Porque me vives, porque te siento.....



Texto oculto para centrar



Nota: Post reeditado

PuZzLe CoN ArOmA De CaNeLa

Sentada sobre sus rodillas, en el fondo del cuarto, con la claridad tibia del atardecer que entraba por la ventana sopesaba su próximo movimiento. Sus ojos recorrían el tablero en busca del lugar exacto para la próxima pieza. Sus pequeños dedos jugueteaban con ella, la giraba, bordeaba su perfil con la yema de los dedos, acariciándola, mientras su mirada perdida husmeaba por el secreto que guardaba el dibujo incompleto.

Él, sentado en un butacón la miraba en silencio. Paseaba su mirada por la silueta que al trasluz dejaba entrever la tenue iluminación que los envolvía. Sus ojos acariciaban dulcemente sus mejillas, jugueteaba con sus pestañas, intentaba atrapar el movimiento de sus pupilas. Respiró profundamente y dejó caer el libro sobre su regazo. Se abandonó a ella. A su mente llegó la primera vez que la vio, sus oídos recuperaron el silencio que la custodiaba aquella tarde de primavera, cuando, frente a él, ella sonrió por primera vez dejando vislumbrar ligeramente sus blancos dientes bajo unos labios suaves, infantiles, serenos, verdaderos. Esa verdad que siempre la cortejaba y enfrentaba a la vida sin temor. Su frágil aspecto guardaba una fortaleza que nunca habría imaginado. Sonrió y el suave perfume cítrico de su piel lo apresó, dejándolo apenas con un halo de conciencia perdido en el vacío del tiempo... Casi tan perdido como cuando el destino, el azar, el presente ó el futuro le había hecho tropezar con aquel alma de rojo y azul que con sus suaves palabras le describía la dureza de la vida, con una sensibilidad inusitada para su edad. No se preguntó la razón por la que ella había llegado, ni por qué se había quedado: eso ya no importaba. Ella estaba aquí y con eso bastaba.

Un rizo cayó sobre su rostro y la despertó, la sacó de golpe de la malograda búsqueda. Había perdido la noción del tiempo, la oscuridad le impedía seguir viendo con claridad. Y sintió la tierna caricia de su mirada. Y se quedó inmóvil, disfrutando del pensamiento de él. Sintió cómo la abrazaba con suavidad, con fuerza, con ternura, con deseo y mil cosquillas corrieron por su espalda, por su cintura. El corazón se desbocó y mil mariposas bailaron un vals... ese que los coreaba en la pequeña estancia. Se levantó y seguida por una leve risa caminó hacia él. Lo miró a los ojos, esos ojos que amaba, que miraban al mundo con confianza, con alegría, confianza. Esos ojos que la llenaban de ilusión. Tomo delicadamente sus manos. Se sentó en su regazo, apoyando su cabeza sobre su pecho cerró sus párpados.... Sus brazos la rodearon....

Como pequeñas piezas individuales de un enorme puzzle ensamblamos cada minuto en el
decorado de nuestra vida. Uno va encajando aquí y allá, ordenadamente, huecos cóncavos y convexos, decretando el lugar de cada fragmento, admirando a cada momento el resultado con satisfacción.... El color de la pieza, la luz, la textura...




Hasta que, inesperadamente, un amanecer nos traslada un instante de desorden. Y el caos se adueña de aromas y sabores.... y todo se transforma en un sin-sentido. La lógica desaparece y es entonces cuando aparece la experiencia. Y descubres que ese acoplamiento establecido carece de razón porque, en el devenir de los acontecimientos, participa el azar, el destino quizá. Y su presencia enreda tu pelo. Y te llena el vacío de un ascensor de risa. Y el silencio con música de violín. Y el estómago de mariposas. Y tu letra de colores. Y tu aire con aromas a canela y limón....


Solo entonces comprendes que tú también eres una pieza que encajar en el proyecto.....
una pieza que une tu paisaje y el mío; el mío y el tuyo....

la canela y el azahar

Nota: post reeditado

Ofrecimiento Robado

Hoy no me desvisto. Hoy me tomo la libertad de disfrazarme, de colocarme el antifaz y, a lomos de mi corcel negro, te "tomo prestado" el alma. Como un ladrón que sorprende en la oscuridad, en el silencio, sigilosa. No puedo evitar hacer mía la inmensa belleza de tus pensamientos, de tu íntima declaración...

Hoy ofrezco a aquellos con los que comparto este espacio la lectura de tu maravilloso ofrecimiento, porque el que ofrece velar un sueño, lo ofrece TODO.

Espero, querido Gerardo Diego que sepas perdonarme con el mismo mimo con el que sabes ofrecer...

"Apoya en mí la cabeza, si tienes sueño. Apoya en mí la cabeza, aquí, en mi pecho. Descansa, duérmete, sueña, no tengas miedo del mundo, que yo te velo. Levanta hacia mí tus ojos, tus ojos lentos, y ciérralos poco a poco conmigo dentro; ciérralos, aunque no quieras, muertos de sueño. Ya estás dormida. Ya sube, baja tu pecho, y el mío al compás del tuyo mide el silencio, almohada de tu cabeza, celeste peso. Mi pecho de varón duro, tabla de esfuerzo, por ti se vuelve de plumas, cojín de sueños. Navega en dulce oleaje, ritmo sereno, ritmo de olas perezosas el de tus pechos. De cuando en cuando una grande, espuma al viento, suspiro que se te escapa volando al cielo, y otra vez navegas lenta mares de sueño, y soy yo quien te conduce yo que te velo, que para que te abandones te abrí mi pecho. ¿Qué sueñas? ¿Sueñas? ¿Qué buscan - palabras, besos - tus labios que se te mueven, dormido rezo? Si sueñas que estás conmigo, no es sólo sueño; lo que te acuna y te mece soy yo, es mi pecho. Despacio, brisas, despacio, que tiene sueño. Mundo sonoro que rondas, hazte silencio, que está durmiendo mi niña, que está durmiendo al compás que de los suyos copia mi pecho. Que cuando se me despierte buscando el cielo encuentre arriba mis ojos limpios y abiertos. "
GERARDO DIEGO

Si se pide algo a cambio no se ofrece, se comercia...


Nota: Post reeditado

El Equipaje

La tenue luz del atardecer se reflejaba sobre su rostro, iluminando suavemente el color dorado de su tez. Respiró profundamente y el penetrante aroma del jazmín llenó sus sentidos. Sus ojos miraban lejanos, perdidos en el tiempo. Sus manos temblaban.

Miró hacia la ventana, tratando de atrapar la luz que se escapaba. La abandonaba y la dejaba sola ante su pasado, su presente y su futuro. Y un soplo de aire acarició su rostro, moviendo ligeramente su pelo. Sus párpados cayeron llenando de silencio su alma, respiró profundamente. Su cuerpo se balanceó con un leve movimiento y lo supo. El momento había llegado. Era preciso que abriera la maleta.

Se inclinó con ternura, la observó, la acarició y la descubrió. Un segundo de vértigo y después la calma, la serenidad, la seguridad de un niño que aprende a caminar, vacilante, pero con la certeza de hacerlo, y de hacerlo bien.

La nostalgia le sorprendió contemplando el pasado. Escuchando como sus dedos saltaban, se deslizaban para crear la melodía que la brisa le acercaba. Sus manos siempre seguras, el lento movimiento de su flequillo. Ese flequillo que ondeaba al viento cuando sus manos asían fuertemente su moto, retando a la velocidad, al tiempo. Y su piel se emocionó. Y una gota de agradecimiento se deslizó sobre ella. No sentía nostalgia. La felicidad por haber compartido con él miradas, susurros, silencios, la inundó y se sintió profundamente agradecida por haber descubierto que un vals de mariposas en su interior se producía cuando su alma presentía su proximidad, su presencia. De repente, una carcajada se apoderó de ella, y ante sus ojos pasaron los juegos en la arena cálida de la playa, la lucha con las olas, las risas de los buenos días en el salón, los llantos de los malos, los 10 en el ascensor de 4. Su infancia inmensamente feliz había terminado, dando paso a una, igualmente feliz, adolescencia llena de descubrimientos, asombros, ternura y amor. Tomo el pasado sobre las palmas de sus manos y lo besó sutilmente. Lo humedeció imperceptiblemente con su lágrima y lo dobló cuidadosamente, evitando que dobleces pudieran acabar por marcarlo. No quería marcas.

Bebió un sobro de agua, enjugó su alma y su mente y así, se encontró frente al frente con el presente. Lo miró, no con miedo, pero sí con respeto y el presente se sentó junto a ella, le tomó de la mano. Una extraordinaria calidez y temple llenaron su temor, desapareciendo con humo que se lleva el viento. Y olió su perfume, sintió su respiración, su aliento sobre su rostro. Dirigió su mirada hacia la ventana y el primer rayo de luz comenzó a romper el día. Tranquilo, con el devenir calmoso de un nuevo vals que hace sucumbir a la incertidumbre contenida de lo desconocido. Inspiró y su aroma la recorrió. Se preguntó como lo había logrado, era hora de reconocerse a sí misma que lo había conseguido. Apareció sin avisar, lejos, muy lejos de ella, de su pasado, de su vida. Y comprendió como del día que despuntaba había llegado para mostrarle sin duda que un nuevo libro se había empezado a escribir. A escribir lo efímero, lo único que era realidad.

No faltarían ni las faltas de ortografía ni los renglones torcidos e hizo un guiñó a lo inexistente, al futuro, emplazándolo a la hora, en el día y en el lugar exacto y necesario....

¿El mejor equipaje? El que no pesa. El que no pesa es el que se lleva en el alma. Cerró la maleta llena de ternura, cariño, tristezas y alegrías, consejos y llantos... Cerró su corazón...

Nota: post reeditado

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