Barco de papel
Resistes sin zozobrar la feroz fuerza de las mareas. Saltas sobre el agua, liviana, sin apenas tocarlo, como en una danza acompañada por el viento que azota su equilibrio. Lo intenta, la mar intenta doblegarte, pero tú, cada vez más pequeña y más frágil sigues en pie, como un barco de papel en medio de una gran tempestad.
Tus rostro, cada día más consumido, acompaña a ese baluarte en el que te has convertido. Escondiendo y engañando tus pies mojados, como el papel de un barco que, al fin vencido, comienza a desdibujarse entre el agua que lo rodea... pero que aún muestra tu grandeza, esa que yo llevaré siempre conmigo, porque eres parte de mí y siempre lo serás, como un arcoiris tras la lluvia, como un rayo de sol que refleja en el cristal, como el olor a tierra mojada, como...

4 Comments:
Quien no se entrega, seguro que deja huellas, que honran seguir.
Saludos
Preciosa metáfora....
Me has frecordado una canción de J.M.Serrrat.
besos
Es obvio que hay que entregarse alos demás. El barquito de papel se puede mojar, se puede llegar incluso a hundir...pero siempre se recordaría sus finas gamas de colores vivitos...
Buen post. Un abrazo, pasa buena semana.
Hay fragilidades que son nuestra fuerza, sin ellas no nos conoceriamos ni entenderiamos a los demas.Trazas sinceras de nuestra humanidad que nos ayudan a crecer y a vencer dificultades. Como ciertas personas que quedaran siempre parte de nosotros a traves del tiempo..
Siempre bello leerte Celia.
Besos
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