En El Patio
Las blancas paredes intensificaban la claridad del día. El patio le parecía enorme, la engullía sentada en el suelo gris. El penetrante olor a comida llegaba como una oda, haciéndose paso entre los balones, las muñecas, los trenes, las pinzas de la ropa, los zapatos, las canicas, las miniaturas de cowboys y apaches, tal vez comanches y los lápices de colores. Su cara se llenaba de salpicaduras de Toni, inmerso en un gran barreño de zinc, luchando contra las manos de su dueño, quien terminaba por acunarlo entre una toalla y lo sentaba a ver la televisión, mientras Toni giraba su cabeza, elevando el pico, como interesado... Sobre la camisa con canesú de la muñeca un caballería de caballitos cojos, azules, verdes, blancos, apenas se sostenían, huían de caer.
El goteo de la pila de lavar. El chisporroteo en la sartén. La tapa del desagüe. El canturreo. El mechero encendiendo otro cigarrillo. El timbre de la puerta...
5 Comments:
Buen cuadro impresionista.
Entran ganas de pedir más pinceladas.
besos
Me recuerda a lo que me contaba mi madre de cuando era pequeña...
Bezitoz
Detalles de instantes que van haciendo el día. Gracias por el enlace, que es recíproco.
Saludos!
que post tan visual...
Abrazos
Hermoso texto...me encanta como describes, parece un collage de fotos llenas de recuerdos...
Hola Celia, venia a agradecerte la visita.
Nos seguimos leyendo... :-)
un abrazo!
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